HOLA AMIGOS!!! Estamos en época de torrijas, y después de ver tantas por las redes sociales, no sabéis el antojo que tengo de comerlas. Son una bomba calórica la verdad, pero de vez en cuando hay que darse el gusto.
Podemos preparar las torrijas con el pan que mas nos guste. Pero hoy voy a hacerlas con pan de brioche y natillas porque quiero servirlas como postre.
Queremos que nos queden unas torrijas bien melositas y cremosas. para ello comenzamos preparando unas natillas muy fluidas, sin maicena, para que el pan se empape bien de ellas. Me gusta reservar un poco de estas natillas para servirlas al final junto con las torrijas.
ALGUNOS CONSEJOS
Ya sabéis que para cocer las natillas hay que hacerlo a fuego medio-bajo removiendo constantemente sin que lleguen a hervir. Lo ideal es que no pasen de 65 grados para que no se nos corten.
El BRIOCHE es un pan muy suave, por eso es importante cortarlo en rebanadas gruesas , y una vez que las mojamos con las natillas hay que dejar que se enfríe todo bien para que no se nos rompan al manipularlas.
A la hora de freírlas, calentamos el aceite a fuego medio en una sartén. Podemos usar aceite de oliva suave o de girasol. Pero también es importante ir controlando la temperatura mientras las freímos. No queremos un fuego muy bajo para que no absorban demasiado aceite, ni muy fuerte para que no se quemen. Las freímos por ambos lados hasta que estén doraditas.
Servimos las torrijas con las natillas que habíamos reservado para el final. Si nos quedaron demasiado líquidas, o queremos agrandar la cantidad, simplemente añadimos un poquito apenas de maicena diluida en un poco de nata y lo añadimos a las natillas. Cocemos la mezcla a fuego suave removiendo hasta que empiecen a espesar y estén listas.
ESPERO QUE OS ANIMEIS A HACERLAS
Raciones 8 torrijas
Ingredientes
- 750 ml leche
- 3 huevos grandes
- 90 gr azúcar
- 1 cdta. extracto de vainilla
- 1 rama de canela
- 1-2 trozos de corteza de limón
- Pan de brioche
- huevos para rebozar
- 5-6 cucharadas de azúcar + 1 cucharada de canela mezcladas para rebozar
- aceite de oliva suave o de girasol para freír
Elaboración
- En un cazo grande, ponemos a calentar la leche con el azúcar, la canela en rama, corteza de limón y la vainilla.
- En un bol, batimos los huevos hasta que estén espumosos, y a continuación volcamos la leche caliente sobre los huevos sin dejar de batir hasta que se mezcle bien todo (habremos retirado previamente la canela y la corteza de limón).
- Devolvemos esta mezcla de nuevo al cazo y cocemos a fuego medio-bajo (no deben llegar a hervir) sin dejar de remover hasta que espese ligeramente y desaparezca la capa de espuma de encima.
- Cortamos el pan de brioche en rebanadas gruesas. Vertemos un poco de natillas en una fuente. Colocamos las rebanadas de pan y las cubrimos con más natillas por encima para que se empapen bien (reservamos un poco de natillas para el final). Dejamos reposar al menos media hora, hasta que las natillas con el pan se enfríen, dándoles la vuelta si hiciera falta.
- Una vez que las torrijas están frías, calentamos abundante aceite en una sartén. Con la ayuda de dos paletas, pasamos cada rebanada de pan por huevo batido, escurrir el exceso y freír por ambos lados hasta que queden doraditas.
- Las ponemos sobre papel absorbente primero, y luego las rebozamos un poco con la mezcla de azúcar y canela.
- Servimos las torrijas con las natillas que habíamos reservado para el final. Si nos quedaron demasiado líquidas o queremos agrandar la cantidad, simplemente añadimos un poquito apenas de maicena diluida en un poco de nata a las natillas. Y cocemos la mezcla de nuevo a fuego suave removiendo hasta que espesen ligeramente.